"JULIO GRANDA". ¡MAESTRO INTERNACIONAL DE AJEDREZ DEL PERÚ!

Julio Granda

Todavía lo recuerdo como el muchachito que a los 8 años, ya daba qué hablar en el mundo del deporte ciencia y triunfando en el Mundial de Ajedrez de México en 1980. Campéon Muindial Infantil. Algo increíble y que fomentó la difusión de esta disciplina no sólo en los colegios, sino también, en los hogares y, de manera particular, a quienes por curiosidad pretendían aprender a jaquear. La realidad es que se nace con un talento especial, llámese memoria, para aprender todos los movimientos que nos lleven al triunfo. Julio Ernesto Granda Zúñiga, llegó con su tablero a este mundo, el 25 de Febrero de 1967. La casa que lo albergó en los primeros años de su infancia, quedaba en el distrito de Samuel Pastor- La Pampa, en una zona rural dedicada principalmente a la agricultura, en la ciudad de Camaná, departamento de Arequipa, al sureste del Perú. Es hoy ciudadano emblemático y orgullo de su pueblo y nuestra Patria.

No conozco cómo así se interesó a los 5 años por el Ajedrez. ¿Sería el "juego de damas"? ¿Habría afición en el hogar para mover alfiles, torres, peones, caballos y reyes? ¿Cómo así se inspiró aquel niño camanejo a meterse en tan difícil juego ciencia? Fue Don Daniel Granda Quintanilla, su padre, quien lo incentivó a estas artes, al descubrir en él talentosas condiciones para practicar el deporte ciencia. Toda la familia estaba involucrada en tan difícil deporte. Nosotros, en este blog de notables personajes, nos limitamos a incluirlo porque él así fue. Debo confesar que cuando hizo noticia, fuimos contagiados de la singular moda que impuso Julio Granda y porque verlo jugar, parecía tan fácil y en realidad no lo es. Repetimos. Hizo noticia a los 8 años cuando obtuvo la Medalla de Oro, el máximo trofeo en el Mundial de México de 1980.

Su retorno fue impresionante. Multitud de peruanos llegaron al aeropuerto Jorge Chávez para recibir al niño campeón. Se supo que cuando se celebraba su triunfo, fue festejado por sus compañeros y lanzado a la piscina. Al no saber nadar, estuvo a punto de perder la vida. Desde allí, continuó imparable en los torneos nacionales y fue objeto de cientos de entrevistas periodísticas y de televisión. Era un fenómeno y como tal, asombroso. Tanto es así que a los 19 años, este jovencito de Camaná, para orgullo de Arequipa, obtuvo el título de "Gran Maestro Internacional". Veteranos ajedrecistas y también Maestros, se rindieron a sus pies. Como un relámpago iluminó al Perú el singular Julio Granda.

No quisiera comentar los siguiente pero fue una verdad. En todo su apogeo y con las inmensas ganas de continuar con su camino a la gloria, no obtuvo el apoyo que necesitaba y tras de una serie de sucesos poco gratos, fue obscureciéndose su imagen. Hubo un retiro voluntario, muchas polémicas y comentarios de los entendidos que finalmente no condujeron a nada. Hasta que en el 2002, decidió retornar al juego de sus grandes triunfos. Intervino en el Campeonato Nacional y lo ganó con toda facilidad. Se dice que Julio Granda aprendió el Ajedrez del libro de Roberto Grau. En cierto modo es un autodidacta, pero su guía y verdadero conducto de su pasión deportiva fue su padre Así comprometió a sus rivales internacionales, que fueron sorprendidos por jugadas propias de nuestro campeón.

Pero también se opina que en el mundo ajedrecista de hoy, con intervención del computador y todos los adelantos cibernéticos, es otra la preparación para estas competencias. ¿Habrá desmotivado este avance tecnológico a nuestro querido "maestro" Julio Granda?. Apenas frisa en los 43. Lo cierto es que pretendió ser Alcalde de su ciudad y al no lograrlo, a modo de respirar aire puro se dedica a la Agricultura. No conozco resultados de su nuevo trabajo, pero si debo destacar que fue por seis veces   consecutivas Campeón Nacional. Considerado muchos años el Mejor Jugador Iberoamericano y por ende, el Mejor Jugador Latinoamericano. Ha sido la reseña de "JULIO ERNESTO GRANDA ZÚÑIGA", otro indiscutible "Notable" en el Juego del Ajedrez a nivel Mundial. Es orgullo nuestro. Gracias.